Featured Comunicación Empática, Comunicación No Violenta (CNV), Introducción - Parte 1

Comunicación Empática, Comunicación No Violenta (CNV), Introducción - Parte 1

Estuve meditando un par de semanas motivada por algunos acontecimientos violentos en Ecuador y que últimamente alrededor del mundo se han incrementado, existió una violación atroz a una joven que salió con amigos, y los mismos filmaron absolutamente todo, fueron localizados inmediatamente por redes; también hubo noticias sobre violencia a mujeres en sus hogares. Puede ser solo mi percepción por la capacidad inmediata que tenemos de comunicarnos actualmente con la tecnología, sin embargo, estos hechos me han hecho meditar en como contribuir a que esto pare; mi ser dice ya no más, considerando que no es necesario llegar a estos extremos, estas historias que chocan en nuestro cerebro y nuestro corazón no es lo único que veo como violencia, hay historias que nos parecen comunes, que en realidad también involucran violencia; en generaciones de los cuarentas (mi padre 1949), en Ecuador es común escuchar que a los hombres los educaron bajo un contexto de “no llorar”, de eres el “fuerte”, eres el “macho”, el mensaje directo “no expreses tus emociones de vulnerabilidad eso es malo, no es aceptable por tu género“. Recientemente mi madre falleció por una enfermedad crónica y mi padre no encontró manera de llorar, me hizo énfasis en la frase “Así me educaron”, quiero llorar pero no puedo, en el transcurso de este evento pudo desahogarse pero, en función de mi percepción no lo suficiente, hubo momentos picos en los que escuchando música en su velorio, o luego en los días que pasaban de ausencia de mi madre mi padre se quebró y se llenaban sus ojos de lágrimas tragaba saliva y me decía “me acorde de tu mami”, inmediatamente cambiaba de tema y lo que yo sentía era que prefería evadir, este hecho no lo siento tan natural y, pese a que cada uno puede expresar sus sentimientos a su manera, dado que conozco a mi padre se que tiene algo en el pecho atado que no puede sacar, consecuencia de reprimir estas emociones, desenfoque en sus rutinas, silencio, empezar hacer millones de cosas a la vez, para talvez no confrontar ese dolor que no sale de su cuerpo, y me repito a mí misma: esto no es natural y la verdad me dolió mucho ver su coraza de fortaleza porque lo educaron como “hombre”, su entorno, la sociedad, su generación, sus vivencias tienen mucho que ver con lo que ahora siente, su reacción seguramente está condicionada a un aprendizaje en su infancia y todas estas variables, porque muy dentro de su ser esta grabado “los hombres no lloran”; me impactó el hecho de que una frase lo haya limitado de sentir como  lo hacemos todos los seres humanos sin limitarnos. ¿No es esto violencia? ¿Qué terceros o circunstancias de nuestro entorno nos limiten a ser, en respuesta a aprendizajes condicionados de afecto?; ¿No es violencia si lo hacemos consciente?

Y bueno, en definitiva, me quedé con la pregunta: ¿Es necesario llegar a extremos para como sociedad tomar acción?, sin duda hay casos patológicos, valores, principios, o un nivel de conciencia de los seres humanos con el que podemos percibir diferentes realidades o deformarlas, sin embargo, ¿Cómo mantenemos un equilibrio sustentable en la sociedad donde cada ser humano tiene derecho a no ser violentado?, me queda también la frase todo extremo es malo, ¿y cómo encontramos ese equilibrio?

Existe violencia para hombres y mujeres, mujeres que son relegadas de realización personal o profesional, violentadas físicamente, abusadas sexualmente, y esto también les pasa a los hombres; si, esto no se trata de géneros, a veces no observamos formas de violencia que se han vuelto parte de nuestro actuar rutinario, como por ejemplo lo que les comente de mi padre: “NO LLORES, LOS HOMBRES NO LLORAN”, todos los seres humanos tenemos derecho de sentirnos vulnerables y expresar lo que sentimos.

Ante actos atroces como un abuso sexual, violencia doméstica por ejemplo, es necesario crear políticas, regulaciones y acuerdos con los que podamos convivir en armonía y equilibrio en una sociedad. Sin embargo, en el día a día, ¿Qué podemos hacer?, ¿Cómo creamos en este presente nuestro futuro?, considero que individualmente podemos colocarnos metas cortas iniciando en algo muy simple “Comunicarnos de manera consciente, asertiva y empática”, aprender en conjunto con nuestro entorno a diferenciar que puede o no ser violencia o cómo podemos ser violentos sin darnos cuenta, sin llegar a extremos, y apoyar a personas que han sido víctimas de violencia.

Años atrás en el 2012 fue la primera vez que escuche sobre “Comunicación No Violenta - CNV” pese a que este modelo fue planteado por un psicólogo estadounidense Marshall Rosenberg alrededor de 1934, este paradigma está basado en los principios de la No Violencia y de la solidaridad y el contexto me parece muy poderoso para la transformación de una sociedad, si mejoramos la interacción entre humanos con equidad,  reduciríamos muchos conflictos, mejoraríamos nuestras relaciones y resultados de las mismas.

Siempre abierta a aprender, a continuación, me permito dejarles una síntesis y meditaciones de mis lecturas, y me atrevo a decir que es posible crear cambios profundos en la sociedad con una “Comunicación empática y consiente”:

En la información encontrada sobre “Comunicación no Violenta", se sugieren pasos para este modelo de comunicación que son:

1. Observación / 2. Sentimientos / 3. Necesidades / 4. Peticiones

 

 

Te invito a que leas mi segundo post relacionado  "Comunicación empática (CNV), Observación – Parte 2"

 

 

Last modified on Jueves, 31 Octubre 2019 04:55

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